miércoles, 20 de febrero de 2013

Miguel Bosé, en un show de recuerdos

A Miguel Bosé le gusta que el ambiente para un diálogo sea el más adecuado. Cuando finalmente aparece, después de unos cinco minutos de espera en el salón de su suite presidencial en un hotel de Guayaquil, lo hace vestido con un conjunto de camisa y pantalón de color habano. Los combina con unos zapatos deportivos blancos y medias de igual color. Saluda con un apretón de manos y con besos en las dos mejillas, tradición española.

Antes de que se inicie la conversación, Bosé ajusta el interruptor del aire acondicionado para que este no cause ruido. Se sienta y enseguida se pone a la expectativa de las preguntas que se le vienen. Su mirada no baja la guardia. “Tengo un espectáculo montado, con un repertorio que es el que es, es un repertorio de mis grandes éxitos”, afirma Bosé respecto al show que esta noche dará en Guayaquil como parte de su gira Papitwo, que se desprende de su disco de duetos del mismo nombre. Melodías como Linda, Nena, Olvídame tú o Amiga son algunas de las que constan en su repertorio. Lo acompañará el ecuatoriano Juan Fernando Velasco (hoy en Guayaquil y el viernes en Quito). Bosé lo aprecia. “Hemos cantado juntos ya”, dice (esto fue durante los conciertos Paz Sin Fronteras, en el 2008 y 2009).


“Me encanta lo que hace –continúa–, es un tipazo, le tengo muchísimo cariño a Juan Fernando, es un tipo muy talentoso, con una dimensión humana extraordinaria, con mucho talento y es una persona muy normal, y es tan difícil encontrar personas normales, comprometidas, además. Por supuesto, le invité a cantar en los dos conciertos”, subraya Bosé.

Se muestra contento y orgulloso al recalcar que los suyos ya son 35 años de carrera. Pero regresa al pasado y recuerda que era un hombre que hacía lo que le daba la gana antes de tener a sus dos hijos. Ahora, asegura, ya no tiene que pensar en él solamente, sino en esos dos pequeños “con kilometraje cero”. “Todo se tiene que adaptar por necesidad propia, por necesidad de uno y luego también porque obviamente hay la responsabilidad que hay que atender. ¡Que es bellísima, eh! Uno lo hace sin ningún tipo de esfuerzo y con toda la fe del mundo”, indica el cantautor de 56 años, quien aunque tiene una botella de agua con gas cerca suyo, no la toma, incluso cuando tose, fuertemente, dos veces.

Su ímpetu sigue latente, se le nota en sus ojos de color miel. La edad, un poco. Las canas comienzan a entreverarse con su cabello castaño y tiene una barba incipiente.

En su segundo disco, que nació “por demanda popular”, canta con aquellos a quienes considera sus amigos, de lo contrario queda inerte el feeling que, para él, debe haber en una colaboración artística. Añade que existe la presión por un Papito 3. No lo descarta, pero desea centrarse en su tour actual.

El escenario, indica Roberto Chacón, productor técnico del espectáculo, será de 15 x 12 metros. Gran parte del montaje, incluyendo las consolas de luces, sonidos y de videos, lo trae Bosé, manifiesta Chacón. Además, habrán dos pantallas led a los costados del escenario y quienes se ubiquen en primera fila estarán apenas a dos metros del intérprete de Morena mía. Ese hombre que gesticula mucho cuando se emociona y que evoca, de alguna manera, su pasado actoral cuando recuerda algo y se sumerge en ello, aparentando estar en una fantasía.

Se siente muy español, muy europeo. “Para mí ha sido muy importante volver, volver a eso, mis raíces; siempre fue un oasis de paz, de tranquilidad y de seguridad, de autoestima, incluso como ciudadano”.

El concierto
Entradas: Preferencia $ 80, golden $ 150, top box B $ 220 y top box A $ 240. Las sillas de todas las localidades, excepto preferencia, son numeradas.
Puntos de venta: Musicalísimo del Policentro, Mall del Sol y Village Plaza, y Marathon Sports de Mall del Sur.
Dónde: Centro de Convenciones Simón Bolívar.
Hora: 21:00.


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